El 1 de septiembre se cumplieron 12 años de una tragedia que ocurrió en Rusia, en república Osetia, en el año 2004.
Ese día los terroristas atacaron una escuela, atraparon a 1,128 rehenes. Esta tragedia se hizo una de las más grandes, no solo en Rusia, si no alrededor de todo el mundo, las autoridades rusas hacen todo lo posible por borrar la historia de esa tragedia.
Casi ninguno de los medios de comunicación rusos mencionan nada al respecto,
¿Por qué la dictadura de Putin quiere que la gente olvide esa tragedia?,
¿Por qué persiguen a los que atraen la atención pública a Beslan?
La respuesta es simple, porque la operación de rescate se convirtió en una masacre. Fueron asesinadas 314 personas, entre ellos 186 niños, resultaron heridas más de 800 personas, todos los rehenes resultaron heridos o muertos. Solo 32 terroristas fueron hallados muertos, la mitad de ellos había escapado.
Voy a contar en breve esta historia, basándome en investigaciones independientes.
En el día 01.09.2004, dos camiones de terroristas bien armados se pararon frente a la escuela. Para entrar a la ciudad tuvieron que pasar por varios puntos de control militar, pagando mordidas, o sobornos. La escuela estaba llena de niños y sus familiares pues era primer día de la nueva temporada escolar.
Los terroristas capturaron la escuela, y declararon sus exigencias al gobierno ruso: parar la guerra en Chechenia y liberar a los prisioneros de guerra.
El momento del ataque fue elegido con la razón de que ese día, V. Putin había planificado su visita a una ciudad cercana, Nalchik; y su avión ya estaba en el aire.
En su avión, Putin recibió la noticia del ataque, e inmediatamente cambió la dirección del vuelo hacia Moscú, y durante varios días el ejército bloqueó el acceso a la escuela sin iniciar el rescate.
Había una persona que efectivamente podía resolver la situación –el presidente legítimo de Chechenia- Aslán Masjádov,
él propuso sus servicios como negociador inmediatamente y tenía todas las posibilidades a su favor para salvar las vidas de los rehenes, porque era una gran autoridad para los chechenos. Pero también era enemigo de V. Putin quien trataba de acabar con la independencia de Chechenia.
Negaron las negociaciones, y atacaron la escuela llena de rehenes. Dispararon todos los tanques y lanzagranadas, los terroristas estaban detrás de los rehenes.
El resultado de la operación fue más que pésimo, imaginaron peores que escépticos. Inmediatamente habían asesinado a 314 personas, eran 186 niños, y un total de 800 heridos (muchos de ellos murieron después) solo 32 terroristas fueron encontrados muertos, y ninguno capturado. Aproximadamente la mitad de los terroristas se escaparon.
La tragedia fue acompañada de una tremenda desinformación. Las autoridades mentían sobre que solo había 354 rehenes y los terroristas provocaban explosiones dentro de la escuela, que el ejército no disparaba sus tanques ni lanzagranadas. La comisión de investigación gubernamental publicó sus resultados después de 2 años y 4 meses donde solo repetían las mismas mentiras.
Pero la verdad salió a la luz, los testigos, rehenes sobrevivientes e investigadores independientes reconstruyeron los hechos de cómo pasó todo.
Algunos fueron asesinados por sus investigaciones, como la periodista Anna Politkovskaya. Para los padres que perdieron a sus hijos la tragedia no terminó, les prohíben decir la verdad, exigir justicia, o cualquier acto de protesta.
La tragedia de Beslan no fue la única, en muchos otros atentados murieron miles de personas, pero en Besla, la dictadura de Putin mostró su crueldad, en especial porque la mayoría de rehenes eran niños. Los sacrificaron para demostrarle a los terroristas que la dictadura puede asesinar a todos juntos sin discutir con nadie.
Muchas veces las autoridades rusas le demostraron a su pueblo que sus vidas no tienen mucho valor para ellos y en cualquier momento pueden ser sacrificados por los intereses del estado…
Que en paz descansen las víctimas de Beslán… herida incurable para nuestra humanidad.