En aquella época, en el año 2000, nuestra vida fue dedicada para la empresa. Los planes se realizaban mejor de lo que esperábamos. Todo salía bien y esto nos daba más ánimo. Pero en Rusia nunca, hay que bajar la guardia.

Las bandas, que antes dominaban sobre la mayor parte de las empresas perdían constantemente su poder. Muchos criminales fueron eliminados en la perpetua guerra por poder entre las estructuras criminales.

Pero a muchos , a los que se negaron servir al nuevo sistema, que formaba Vladimir Putin – los mataron los agentes de FSB. A los bandidos los sustituían las estructuras de seguridad estatal como policía, FSB, SVR y otros.

No hay que pensar que ellos actuaban legalmente. Hacían lo mismo que los bandidos, extorsionando a los empresarios y apoderándose de sus activos. La diferencia era, que estas estructuras de las fuerzas estatales tenían la legitimidad formal y utilizaban el poder del Estado para sus propios intereses.

Esto era la nueva estrategia de Vladimir Putin – permitir a las fuerzas estatales enriquecerse para tener su fidelidad. El mismo Putin, tenía grandes planes, convertirse en el verdadero dueño de las empresas más grandes del país. Nosotros experimentamos como funcionaba este nuevo modelo en aquella época.

Una mañana del año 2000, en nuestra oficina en Petersburgo entraron decenas de personas armadas con fusiles automáticos. Sus caras fueron cubiertas con máscaras. Era un allanamiento que ejecutaba la policía tributaria.

A los más de cien trabajadores, que estaban en la oficina, ordenaron estar parados con la cara a la pared y con las manos atrás por varias horas, mientras duraba el allanamiento. Secuestraron todas las computadoras, servers y los teléfonos personales de los empleados. Dejaron nuestra oficina sin posibilidad de funcionar.

A mí me llevaron a su sede para interrogarme. En realidad, no hicieron ningún interrogatorio, solo me dejaron detenido por todo el día. Les preguntaba: “Con que razón allanaron nuestra oficina y me detuvieron?”. Pero no recibí ninguna respuesta, solo bromeaban, que, en Rusia, cualquier empresario ya es delincuente y merece estar en la cárcel.

Después me dejaron ir, sin aclarar la razón del allanamiento. No nos devolvieron nada. Las actividades de la empresa fueron paralizadas temporalmente. Parecía, que solo querían hacer el daño. Debería encontrarse la respuesta por qué.

Esta noche me llamo mi amigo, el coronel de la policía – Nikolay . Me dijo, que ya sabía sobre lo ocurrido y parece que tenía respuesta, quien y por qué organizó todo este desastre para nosotros.  Acordamos reunirnos al día siguiente.

El próximo día, Nikolay llego a mi oficina. Me sorprendió en el inicio de la conversación, con la pregunta:

“¿No quieres quejarte sobre tu socio- Uriy? 

“No, ¿por qué?

Es que él, me visita casi cada día y siempre se queja sobre ti. No le gusta nada de lo que tú haces.

Yo me quede mudo, era una mala sorpresa para mí.

“El negocio iba tan bien y por qué él se quejaba de mí?” –

pensaba yo. Nikolay continuó:

“Descubrí, que el allanamiento de ayer en tu oficina y toda la presión, es obra de Uriy. Él quiere que nos reunamos con él, lo antes posible. Va a exigir que le entregas la empresa .”

Sin pensar mucho le dije, que yo no voy a permitir que me chantajee de esa manera y que voy a defender a mi empresa .

Le pregunte, sin mucha diplomacia:

” ¿A quién vas a apoyar? “. 

Nikolay me contestó mirándome atentamente:

“Por la lógica debo apoyar a Uriy . Él me ofreció una gran cantidad de dinero, si agarramos tu negocio. Pero él olvidó, que también tengo mi dignidad, que no se vende. Contigo pasamos por momentos difíciles y tú no me traicionaste, en contrario, Uriy es traicionero, lo conozco muy bien, mañana va a venderme a mi igual como hoy a ti. Entonces, te voy a apoyar, pero Uriy todavía no sabe esto, quiero que sea una sorpresa para él.»

Nuestra conversación me dio mucho para pensar. A veces la traición viene de donde nunca esperas. Uriy nos preparó una buena trampa.  Mientras, nuestra empresa mostraba los excelentes resultados, mi recién obtenido socio  Uriy , parece que cambió sus planes.

Su nueva idea era, apoderarse de nuestra empresa. Detrás de mi espalda, el hizo un complot. Él tenía relaciones con jefes de la policía tributaria. Esta organización, en Rusia siempre era una arma poderosa contra los empresarios.

Ellos tenían derecho a hacer allanamientos en cualquier empresa, capturar a los empresarios y así destruir los negocios o presionar a sus dueños, persiguiendo algunos intereses privados.

Uriy les pagó y además les ofreció hacerlos socios, si le ayudaban a apoderarse de nuestra empresa. El obstáculo grande para Uriy – era Nikolay . A él también le ofreció dinero y prometió hacerlo socio , pero Nikolay no se vendió .

En pocas horas , nos reunimos juntos con Uriy y Nikolay . Uriy no sabía nada sobre nuestra previa conversación con Nikolay. Nos dijo, que tenía algo importante para aclarar.

Su anuncio era predecible – me ofreció aceptar venderle nuestras acciones de la empresa y entregarla a él. Si no aceptamos su propuesta, la empresa podía ser destruida por parte de la policía tributaria e iban a abrir contra mí el proceso penal.

Mi respuesta era adecuadamente fuerte. Le dije, que es un traicionero y tramposo y le declaré que no quiero verlo como socio y voy a comprar sus acciones yo mismo. Le pagaré por sus acciones, como esta escrito en nuestro contrato.

Tocaba el turno de hablar a Nikolay. Uriy lo miraba con confianza, pensando que lo compró y que él iba a jugar en su lado. Pero salió mala sorpresa para Uriy .

Nikolay le dijo, que yo cumplí mi palabra y el negocio funciona muy bien, bajo mi manejo.

Al contrario, Uriy me traiciono a mí e hizo la trampa con los jefes de la policía tributaria.

Por esto debe cumplir, lo que yo digo y además debe quitar la presión de la policía tributaria y pagar la multa por traicionarme y hacer tanta maldad. Si Uriy cumple esto, Nikolay le garantizó, que yo le voy a devolver toda su inversión con su interés.

Yo estaba agradecido a Nikolay de todo corazón. Sus palabras eran claves para resolver el conflicto. Uriy parecía derrotado. Él no esperaba, que Nikolay me fuera a apoyar, rechazando su oferta tentativa. Uriy no quería luchar contra Nikolay que tenía mucho poder en la dirección de la policía. Parecía confundido y decepcionado. Su plan fracasó. Tenía que aceptar nuestra oferta y rendirse.

La policía tributaria nos devolvió todas las computadoras y servers. Nos dijeron, que era una simple investigación y todo está en orden. Nosotros devolvimos a Uriy su dinero y nunca más lo hemos visto. Él invirtió el dinero en otro proyecto, pero fracasó. Con Nikolay somos amigos hasta día de hoy.

Lo que pasó con nosotros, no era algo extraordinario. En toda Rusia en aquella época ardían los conflictos por poder económico.

En estos conflictos fueron involucradas las estructuras criminales, los oficiales de la policía, servicios de la inteligencia y otras estructuras de seguridad del Estado, que son tan numerosas en Rusia.

Detrás de cada empresa debía de estar una poderosa estructura que podría defenderla. Pero los cambios estaban cerca.

En los finales del año 1999 apareció un nuevo líder del país Vladimir Putin, que sustituyo a Boris Yeltsin , cual ya no podía cumplir su oficio, sufriendo de una forma  grave del alcoholismo. Vladimir Putin fue creatura del poderoso Boris Berezovskiy que era uno de los más ricos empresarios en aquella época.

Él notaba a Putin como su títere, totalmente controlado. Pero fue su error. Después de obtener el poder como presidente, Putin empezó su camino hacia el poder absoluto, convirtiéndose en un dictador. A Berezovskiy lo expulsó del país como uno de los primeros de sus adversarios en el año 2001. Muchos otros grandes empresarios tenían menos suerte.

El más grande e independiente era Mijail Jodorkovskiy. Lo arrestaron en 2003, junto con más de 200 compañeros que trabajaban con él. Todos fueron condenados a muchos años de prisión por acusaciones falsas.

Putin se apoderó con su empresa Yuckos que era más grande en Rusia. Las mismas historias ocurrían con otras grandes empresas. Pero, a los empresarios, siempre les prestaban derecho elegir: arrodillarse y jurar fidelidad al nuevo rey Putin y convertirse en sus títeres o ser eliminados, la mayoría escogía el primero.

En aquella época nuestra empresa todavía no era suficientemente grande y Putin estuvo ocupado apoderándose con  las empresas realmente importantes para el , más que todo petroleras.

Nosotros erróneamente no sentimos el peligro, que nos esperaba. Al contrario, estuvimos inspirados por los éxitos que tuvimos y aumentamos nuestros esfuerzos para desarrollar nuestras fábricas y nuestro negocio.

Todo salía muy bien, duplicábamos nuestros ingresos cada año, convirtiendo la empresa en una de las más grandes en el sector forestal de Rusia.